Por ti, por mi, y por él. Que ya se fue.

Foto extraida del blog: A la luz de la luna
Marchan lentamente y solo la gente de su alrededor nota su ausencia inmediata. Todos lo haremos en un futuro no muy lejano. Los que nos quedamos, lo hacemos con el temor de tener que seguirles pronto.


Aparentemente no nos da miedo porque somos jóvenes y nada nos ata. Pero frustan ilusiones. Nos obligan a tomar un camino que quizá no queríamos seguir, pero aquí, ya nada queda. O avanzamos, o nos quedamos parados, y progresar en España ahora mismo es una utopía. El asfalto fácil de pisar se ha convertido en un camino pedregoso que dificulta llegar a nuestro destino.

Hemos crecido con la premisa de estudiar para poder llegar a ser algo en la vida, y una vez más, el pensamiento racional ha fallado: será dificil que lleguemos a ser algo. Pero es importante no olvidar que sí somos alguien. Y que aquí, otros "alguien" nos quieren, y sufren, de diferente manera, el incesante goteo de jóvenes españoles que inundan el resto del mundo. Cuesta sonreír sabiendo que nadie les dio una oportunidad. Yo sé que os la mereceis.

Nada está escrito, nadie pudo advertir que este país nos iba a dar la espalda. Que nosotros mismos le íbamos a dar la espalda. Porque ahora mismo da vergüenza mirar en lo que se ha convertido, lo han convertido. Nos gobierna gente egoísta a la que le es indiferente que guardes toda una vida dentro de una maleta, que si te descuidas, no te dejan meter en el avión porque no cumple las medidas reglamentarias.

Marcharán y marcharemos. Indignados y con pena. Y dejaremos que nuestra única oportunidad de vivir esté guiada por un grupo de insensatos que parece, nacieron con el corazón fuera del tórax.


A todos los que estáis fuera, aquí dentro, os echamos de menos.

No dejéis de leer este artículo de Concha Caballero: http://elpais.com/diario/2010/10/02/andalucia/1285971726_850215.htmlMerece la pena hacerlo.