¡¡¡¡ NiiiiNoooo NiiiiNoooo !!!!




Nos hemos vuelto inmunes a la sirena de la ambulancia. Ese ¡¡¡¡niiinooo niinooo!!!! que escuchamos a lo lejos parece no ir con nosotros. Una onomatopeya que ya forma parte de nuestra lista de sonidos habituales. Se reproduce en nuestra cabeza tan a menudo que ha perdido todo su carácter distintivo. ¡Cambiarle el ritmo, volvernos a sorprender! Cerca hay una persona que espera ansiosa su llegada, y yo ansiosa abrirle paso.