Soy capaz de tardar cinco horas en ordenar la habitación y desordenarla en diez minutos pensando en qué ropa ponerme, puedo pasar una tarde en el gimnasio para perder ochocientas calorías y volverlas a recuperar media hora después en una sola cena, he ahorrado durante años para dejar la cuenta a cero en tan solo los cinco segundos que cuesta meter el pin de la tarjeta de débito. He sufrido en largas noches de largos días memorizando guerras, fórmulas y fechas que han desaparecido por completo de mi cabeza inmediatamente después de plasmarlas en el folio del examen. He escuchado durante horas los consejos de una amiga y al final he hecho lo que realmente me ha dado la gana. Hemos reído, soñado, llorado y caminado juntos durante años y del día a la mañana somos dos desconocidos.
Cruzamos la mirada durante un segundo y llevo meses intentando quitármela de la cabeza.
Evii A.